BUENOS AIRES.- Hugo Orlando Gatti, el "Loco", dueño de un particular estilo como arquero y hoy dedicado a comentarista deportivo en diarios españoles, cumplirá mañana 70 años.
El guardavallas, que se despidió del fútbol en 1988, a los 44 años, jugando para Boca, nació el 19 de agosto de 1944 en la ciudad bonaerense de Carlos Tejedor.
Con 16 años, Gatti llegó en 1960 a probarse en Atlanta, entidad que por aquellos años tenía una prolija administración a manos del dirigente León Kolbowsky.
El dirigente había llegado en 1958 a la vicepresidencia del club y luego asumió el máximo cargo por renuncia del presidente, el empresario licorero Alberto Chissotti.
Curiosamente, Gatti quedó en el club de Villa Crespo a pesar de que en el partido de prueba le hicieron nada menos que 14 goles. Sin embargo, Bernardo "Nano" Gandulla, el técnico de inferiores, aprobó su fichaje.
El ex arquero, que luego compartiría una pensión con los cracks "bohemios" Luis Artime y Mario Griguol, tomó como espejo los desempeños de Néstor Errea (que también pasaría por Boca y falleció en el 2005 en Grecia) y le copió el estilo de los pantalones casi por la rodilla.
Gatti también imitaría el estilo de Errea: salidor, achicador frente a los embates de fuertes delanteros de la época, y que utilizó el pie para salir jugando, convirtiéndose en un pionero.
En primera división debutó en 1962, con 17 años, y en un partido ante Gimnasia y Esgrima (club por donde también pasaría como jugador) a instancias del entonces técnico Osvaldo Zubeldía, quien ya destacaba por sus apego a las estrictas estrategias.
En el arco "bohemio", Gatti jugó 38 partidos y en 1964 fue adquirido su pase por River Plate, donde pasó a ser suplente de Amadeo Carrizo.
Una de sus más recordadas actuaciones en el equipo de Núñez fue en la Libertadores de 1967, cuando en segunda fase le atajó un penal, en el estadio Nacional de Lima, a Héctor Chumpitaz, en un partido con Universitario de Deportes que finalizó 2-2 y cuyo resultado le permitió el pase de ronda a Racing, que luego sería campeón.
En River, Gatti, que ya había adoptado su peinado a lo "beatle", jugó 77 partidos entre 1964 y 1968, alternando en la Primera División con Carrizo, y fue convocado como arquero para el Mundial de Inglaterra de 1966, junto a Rolando Irusta, y donde el titular indiscutido fue Antonio Roma, de Boca.
Después fue transferido a Gimnasia y Esgrima La Plata, época en que protagonizaría un recordado aviso de una ginebra, en el que señalaba un gol de arco a arco y se pregonaba su manera de tener "smowing".
En Gimnasia jugó 244 partidos entre 1969 y 1974, junto a figuras como Delio Onnis o Roberto Zywica.
En 1975 pasó a Unión de Santa Fe, a pedido del técnico Juan Carlos "Toto" Lorenzo. Formó parte de un recordado equipo junto a Heber Mastrángelo, Poleo Luque, Pablo de las Mercedes Cárdenas, Roberto Telch y Rubén Suñé, entre otros.
Fue también ese entrenador el que lo llevó en 1976 a Boca, club donde obtendría la Copa Libertadores y la Intercontinental, ante el equipo alemán del Borussia Mönchengladbach.
En el equipo de la Ribera llegó a la categoría de ídolo indiscutido y sus desempeños llevaron a que César Menotti lo convocara al seleccionado argentino para la serie de partidos internacionales previa al Mundial de 1978.
Gatti acusaría, a comienzos de ese año, una lesión en una de sus rodillas y no se presentó a entrenar en las prácticas del seleccionado en la Villa Marista de Mar del plata, por lo que Menotti lo desafectó y se decidó por Ubaldo Fillol como arquero titular.
El "Loco" jugó en Boca hasta el 11 de septiembre de 1988 cuando el "xeneize", dirigido por José Omar Pastoriza, enfrentó a Deportivo Armenio en La Bombonera.
En el segundo tiempo, y con el marcador sin tantos, el puntero Silvano Maciel, un delantero morocho, bajito y veloz, convirtió el único gol del partido en una mala salida de Gatti.
A partir de allí, el "Pato" Pastoriza le quitó la titularidad y designó en el arco al joven y recién llegado Carlos Fernando Navarro Montoya, lo que significó el fin de la carrera de Gatti a los 44 años.
Luego vendrían las siempre polémicas declaraciones y opiniones sobre el fútbol, como aquella que Pelé "fue mejor que Diego (Maradona) o que "Messi (Lionel) a veces vende humo como jugador". En fin, Gatti siempre fue un personaje de particular estilo . (Télam)